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Si te levantas por la mañana con tensión en la mandíbula, sensación de no haber descansado bien, y te sangran las encías, puede que estés sufriendo sin saberlo de un problema que afecta aproximadamente al 70% de la población, como es el bruxismo.
Aunque pueden darse episodios de bruxismo durante el día, la mayor parte de las veces se manifiesta durante el ciclo del sueño por lo que la persona que lo sufre no es consciente de ello.
El bruxismo se presenta tanto en adultos como en niños, pero en estos últimos se trata de un proceso natural durante el desarrollo de la dentición, y normalmente desaparece cuando salen los dientes permanentes.
No solo se trata de un padecimiento que afecta a los dientes y al aparato masticatorio, sino que forma parte de uno de los trastornos del sueño más comunes.
El bruxismo se produce cuando la mandíbula, de forma consciente o inconsciente y sin ninguna funcionalidad concreta, realiza movimientos que se traducen en el apretamiento o rechinamiento de los dientes.
El bruxismo diurno está más asociado al apretamiento de la mandíbula, y se conoce como bruxismo céntrico, mientras que por la noche suelen darse tanto el apretamiento como el rechinamiento, bruxismo excéntrico. En numerosos casos ambos tipos coexisten, ya que casi un tercio de los pacientes que padecen bruxismo nocturno manifiestan episodios también durante el día.
Los últimos estudios odontológicos exponen que la aparición del bruxismo pueden deberse a numerosos factores:
Factores genéticos familiares
Enfermedades del sistema nervioso central
Ingesta de ciertos fármacos o drogas
Ansiedad y estrés emocional
Alteraciones de la química neuronal
Trastornos del sueño como la ápnea
La complejidad en determinar el origen del bruxismo hace que sea imprescindible que se realice un diagnóstico preciso por profesionales odontológicos.
Debido a su etiología multifactorial los signos y síntomas que los pacientes describen asociados a este problema también son variados, destacando:
Hipertrofia y dolor en los músculos relacionados con la masticación
Pequeñas erosiones en la mucosa bucal y los laterales de la lengua
Desgaste dental
Desviación, luxación o bloqueos en la articulación temporomaxilar (ATM)
Alteraciones en la zona cervical
Dolor de cabeza tensional
Apnea, ronquidos y reflujos gastroesofágicos durante el sueño
Si analizamos con detenimiento los problemas asociados al bruxismo, veremos qué no darle la importancia que requiere puede empeorar significativamente nuestra salud y calidad de vida.
En Clínica Dental SEDI contamos con un equipo profesional especializado que realiza un diagnóstico preciso de cada paciente para elegir el tratamiento que más se ajuste a sus necesidades.
El tratamiento adecuado del bruxismo requiere un enfoque multidisciplinar, basado principalmente en atacar los síntomas y evitar sus consecuencias
En aquellos casos agudos asociados a la ansiedad, insomnio y situaciones fuertes de estrés, puede estar indicado el tratamiento con ansiolíticos o antidepresivos, o incluso la aplicación de toxina botulínica cuando el apretamiento produce casos graves de contractura e hipertrofia de la musculatura de la mandíbula.
Destinado a aliviar la tensión muscular tanto de la zona mandibular como del cuello y cráneo. Mediante técnicas de masaje y osteopatía se favorece el riego sanguíneo y disminuye el grado de dolor.
Modificar los hábitos de vida poco saludables (alcohol, tabaco, dependencias farmacológicas, etc) y aprender técnicas para relajarse y aliviar el estrés, constituyen una ayuda fundamental para controlar el bruxismo.
Utilizando férulas oclusales personalizadas y adaptadas a cada paciente que han demostrado ampliamente su eficacia para evitar el desgaste de los dientes, y reducir el dolor y la fatiga de los músculos masticatorios.
La férula oclusal es un aparato removible normalmente fabricado con resina o polímero acrílico que se coloca la mayoría de las veces sobre los dientes de la arcada superior.
Su misión es favorecer que se produzca un contacto uniforme y simultáneo de los dientes de ambas arcadas durante la mordida.
Los dos tipos de férula más frecuentes son:
Férula de reposicionamiento, que modifica la posición de la mandíbula con respecto al cráneo.
Férula de estabilización o descarga, que relaja la musculatura mandibular y es la que se emplea para el tratamiento del bruxismo y de los problemas de la articulación temporomaxilar (ATM).
Desde Clínica Dental SEDI te recomendamos que para cualquier problema bucodental acudas siempre a un profesional odontológico como los que forman parte de nuestro equipo.
Para que las férulas de descarga cumplan con los objetivos pautados y se eviten efectos secundarios adversos, como el agravamiento del bruxismo o la aparición de lesiones irreversibles, es necesario que estén diseñadas especialmente para cada paciente, teniendo en cuenta su dentadura.
Es imprescindible que sea el ortodoncista el que tome las medidas, realice las impresiones de la mordida y las envíe a un laboratorio de prótesis. El profesional odontológico se encarga de elegir la férula adecuada, teniendo en cuenta otros posibles problemas añadidos del paciente (chasquidos mandibulares, dolor crónico,…) y determina el grosor de la misma.
Mediante revisiones periódicas la irá ajustando para que se adapte completamente al paciente y no presione ni los dientes ni los tejidos blandos de la boca. La Sociedad Española de Ortodoncia lleva tiempo alertando de los riesgos de la utilización de férulas de descarga estándar que se pueden encontrar en portales de internet u otro tipo de establecimientos.